Entrevista sobre noviolencia y procesos populares en Oakland California

El Achiote entrevista a “Francisco “Pancho” Ramos-Stierle 

  1. ¿Cuál consideras que es la vigencia de la Noviolencia como práctica cotidiana y política (desde la ética) para la transformación y humanización del Planeta Tierra?

No podría ser más vigente. Ahora más que nunca es cuando necesitamos encarnar valor, humildad, sabiduría y amor radical, todo al mismo tiempo. Para empezar, y para que nos entendamos, déjame explicar por qué la verdadera noviolencia no es dos palabras sino sólo una: AHIMSA (noviolencia) no es sólo la ausencia de violencia, no es simplemente la negación de hace daño, sino que es algo infinitamente mayor: es cuando nuestro corazón está tan lleno de amor, tan lleno de valor, de perdón, de generosidad, de amabilidad y de compasión, que ya no hay lugar para el odio, el resentimiento ni la violencia. No es algo negativo doble sino que es algo ¡POSITIVO SUPERLATIVO!

La noviolencia es una llamado a desobedecer leyes, tratados e instituciones inhumanas; es un llamado a obedecer la ley del amor; es un llamado para no controlar el enojo, si es que se manifiesta, sino expresarlo con disciplina para tener máximos efectos; es una fuerza positiva; es amor en acción; es los pensamientos que tenemos, las palabras que usamos, las cosas que hacemos, la ropa que nos ponemos, la comida que comemos… ¡es un modo de vida!

Dicho esto, es mi más profunda intención que podamos mantener el movimiento no no-violento sino noviolento. La noviolencia de Gandhi, la noviolencia de Martin Luther King Jr., la noviolencia de César Chávez, de Dolores Huerta, de Aung San Suu Kyi… la noviolencia que nos hace valientes e imparables.

En otras palabras, abrazar este tipo de práctica nos acerca más a convertirnos en ciudadan@s y campesin@s del Mundo, ciudadano no sólo de la humanidad, sino también de la Tierra misma, porque nosotr@s somos parte de ella.

  1. ¿En el país más consumista del mundo, donde millones de desposeídos de ojos claros y pieles blancas han perdido sus hogares y trabajos, y viven dependientes de drogas farmacéuticas QUÉ perspectivas de cambios estructurales puedes percibir, sentir?

Para mí ya no existen los países. Si existe un país, ese es la Tierra misma. Si podemos empezar a borrar las fronteras en nuestras mentes y corazones, será más factible que empecemos a borrar las fronteras sin sentido que ponemos en suelo. Sin países, pero apreciando nuestras diferentes culturas, esto es, honrado la unidad al nivel del corazón pero la diversidad al nivel de la superficie, entonces nos daríamos cuanta que lo que está pasando en la parte del Planeta que llamamos E.U.A (o más bien, en la parte norte de la parte del Planeta que llamamos Abya Yala) no existe una cultura sino un síndrome consumista de avaricia insaciable.

Un cambio estructural y espiritual muy importante, si no es que el más fundamental, se empieza a dar cuando reconocemos que la forma en la que el gobierno impuesto en la parte de la Tierra que llamamos Estados Unidos se dio por medio de: 1) el genocidio más grande en la historia de la humanidad (cerca de 80 millones de Indi@s American@s fueron asesinad@s); 2) se les robó y despojó de la tierra en donde vivían; y 3) ahora en la mayoría de las escuelas y universidades se dicen mentiras de cómo fueron asesinados y de cómo se les robó la tierra.

Este es un cambio subversivo de la narrativa, una alternativa del susodicho “sueño americano”, que más bien se ha tornado en una “pesadilla planetaria”.

Una manera de empezar a sanar, la viví cuando filmamos la película de Dakota 38. Es una historia donde podemos ver la generosidad del espíritu humano sin importar el color de nuestra piel. Una alternativa a la violencia y drogas. La alternativa se llama amistad, fraternidad, en otras palabras, amor universal. Una vez anclad@s en este amor, será fácil acabar con el nuevo Jim Crow y su criminalización/encarcelamiento masivo de seres humanos que se beneficia y hace ganancia del sufrimiento humano. Por eso es de vital importancia que sepamos que nuestra moneda es el amor fraternal y que tenemos de nuestro lado a la fuerza de la vida misma.

 

  1. La parte del Planeta que llamamos Estados Unidos tiene una larga y fuerte tradición de lucha social sustentada en la Noviolencia para ampliar la “democracia” conservadora y racista impuesta por los señores de la guerra, el sistema financiero y el capitalismo como doctrina ideológica. HOY ¿Cómo cambiar la parte del planeta que llamamos EUA que nos usa desde la Noviolencia?

Exactamente. Esta es la noviolencia del débil.

El problema radica en querer seguir teniendo un Estado, partidos políticos y cambiar a otr@s en lugar de emprender un esfuerzo serio en el auto-gobierno de cada persona para poder tener una anarquía iluminada en el exterior. Aquí la importancia de la meditación y el silencio receptivo para identificar y compostear pensamientos y emociones negativas, y cultivar estados positivos de la mente.  Esto nos da la claridad de co-crear alternativas a la doctrina de neoliberal que asesina nuestra madre Tierra y fomentar colaboraciones alineadas con la vida en este hermoso planeta.

Gandhi, Vinoba y Gora (un ateo que vivió y trabajó muy de cerca con Gandhi para erradicar la locura de la casta de “intocables”) muchas veces dijeron, después de la independencia de la parte del Planeta que llamamos India, que era necesario deshacer los partidos y el congreso y regresar a los pueblos y el campo para vigorizar la vida en las aldeas con localismo radical. Y cito a Gandhi en sus últimos años:

“El poder político, en mi opinión, no puede ser la meta final. Es uno de los medios usados por las mujeres y hombres para su beneficio integral. El poder para control la vida nacional a través de representantes nacionales es lo que es llamado poder político. Los representantes serán innecesarios si la vida nacional se convierte tan perfecta como para auto-controlarse. Entonces esto será un estado de anarquía iluminada donde cada persona se convierte en su propio gobernador. Ella o él se van a comportar de tal manera de que no dañará el bienestar de sus vecin@s. En un Estado ideal no han una institución política y, luego entonces, no hay poder político. Esta es la razón por la cual Thoreau dijo en su cita típica que el gobierno es mejor cuando gobierna lo menos posible.”

Hoy en día y con todos los desmanes del síndrome occidental, para mí el mejor gobierno es el que no existe, sólo existe en nuestras mentes balanceadas y atentas.

Esta, querido hermano Jorge Andrés, es la anarquía del fuerte, o lo que es lo mismo, la noviolencia de la fuerte como la de Emma Goldman que enfatiza, también en sus últimos años de vida (en sigue la ley del amor), la importancia de los medios para hacer revolución:

“No hay mayor falacia que la de creer que los fines y propósitos son una cosa, mientras que los métodos y las tácticas son otra. […] Todas las experiencias humanas nos enseñan que los métodos y los medios no pueden separarse de la meta final. Los medios empleados se convierten, a través del hábito individual y la práctica social, completamente en el propósito final.”

4. Casa de Paz da ejemplo de trabajo comunitario en un barrio de migrantes en su mayoría latino envuelto en niveles altos de violencias y muertes criminales juveniles… ¿Cómo explicas tu lucha desde Oakland para derrumbar todas las fronteras?

 
El Área de la Bahía (Palo Alto, el Valle de Silicón, San Francisco, Berkeley, Oakland, Richmond, Marin…) en California es uno de los puntos con más diversidad cultural, religiosa, intelectual y espiritual que tiene la Tierra actualmente. También aquí existen unos recursos naturales muy grandes y una riqueza financiera que a veces se torna obscena. Y es aquí también, en el corazón del imperio, donde uno no puede voltear la cabeza o meterla en la tierra como avestruz cuando la bestial violencia e injusticia social se deja venir en la gente que acá en este síndrome occidental le llaman “de color”. Esto es africo-american@s y latin@s.
 
Aquí en Oakland, sobretodo en el Este de Oakland, en Fruitvale donde vivo, no cabe duda que este sistema neoliberal capitalista esta roto, podrido y no funciona para la mayoría de nosotr@s, el 99.9% de la población, olvídate de la parte del Planeta que llamamos EUA, sino que no sirve para el Planeta entero.
 
Es aquí en lugares como Oakland, en particular en el Este, donde la pandilla institucionalizada de la policía muestra sus colores verdaderos al acosar a nuestros jóvenes, a nuestra clase trabajadora y a la gente sin casas. Es aquí donde esta pandilla está en guerra con las otras pandillas de latin@s y africo-american@s para mantenernos distraíd@s de la verdadera lucha por acabar con la injusticia ecológica y social. Es aquí donde el imperio destruye familias de migrantes (que han dado todo de sí mism@s durante décadas) al dejar huérfan@s a sus hij@s (hay veces que las ciaturas no llegan ni a las 4 años de edad) cuando la policía y la migra deporta a sus madres y padres sin piedad, disque porque no tienen “papeles” pero sus hij@s son ciudadan@s de esta parte del Planeta porque nacieron aquí, así que a l@s pequeñ@s si les dejan quedarse. Es aquí donde la mayoría de los hombres africo-americanos (y latinos también) están encarcelados al menos una vez en su vida y donde se les asesina sin piedad, como a Oscar Grant (el Michael Brown de Ferguson en Oakland) cuando tenía 22 años de edad y una hija de 5 años.
 
Es estúpido generar y plantar este tipo de resentimiento y dolor en el corazón de nuestros niñ@s en lugar de estar sembrado amor, semillas de curiosidad y asombro  por las maravillas de la vida.
 
Un sistema/gobierno que está fundamentado en avaricia, consumo y violencia es más feroz y se muestra descarado en nuestras vidas diarias. Es aquí donde la injusticia económica, ecológica y social se respira en las calles con licorerías, drogas, prostitución y comida transgénica llena de pesticidas y fertilizantes se respira.
 
Y es es también aquí donde podemos practicar ser felices y libres a pesar de todo esto. Es aquí donde la gente sigue haciendo contacto visual consus vecin@s y donde las raíces culturales de como amar y respetar a la tierra se asoma en algunos jardines del barrio. Es aquí donde podemos vivir sin documentos y sin miedo como campesin@s y ciudadan@s del Mundo. Es aquí donde podemos desobedecer con gran amor a la policía y todas estas instituciones obsoletas. Es aquí donde nos volvemos tan felices, tan alegres, tan llen@s de valor, que nuestra mera existencia es un acto de rebelión y de verdadera (r)evolución.
 
Sobretodo si alineamos nuestra mente con lo que decimos y lo que hacemos.
 
¿Cómo podemos vivir como campesin@s y ciudadan@s del Mundo en el siglo XXI?
 
Para empezar, estamos aquí sin pedirle permiso al gobierno impuesto en esta parte del Planeta; en un barrio supuestamente “peligroso”, en Casa de Paz nunca cerramos la puerta y si el clima lo permite, dejamos la puerta abierta de par en par; en un mundo consumista y centrado en el patrón egoísta, aquí practicamos generosidad y regalamos todo lo que tenemos sin esperar nada a cambio, que va desde verduras y fruta orgánica hasta tapetes de yoga, cojines de meditación, libros, nuestra energía y tiempo; cuando explota la violencia y se manifiesta en nuestras relaciones personales, no le llamamos a la policía sino que salimos a la calle para ser presencias de paz y compresión y luego nos reunimos como comunidad; en una ciudad llena de lotes baldíos sin uso, llenos de basura, nosotr@s les limpiamos y les convertimos en jardines y granjas urbanas sin permiso de las autoridades más que la autoridad del Amor Universal; en un mundo de prisas y carreras y comida rápida, nosotr@s en Casa de Paz nos sentamos en silencio receptivo al menos dos veces al día y ofrecemos un lugar de paz donde la gente puede venir a rezar en silencio, a contemplar o a meditar y fomentamos que la gente cocine su propia comida sabrosa y saludable llena de mucha calma y amor; en una sociedad enferma de desconfianza entre vecin@s, a nosotr@s las mámás nos confían a su hij@s a veces hasta menores de 2 años para que juguemos y aprendamos junt@s; en un mundo que se basa en transacciones y moneda convencional, nosotr@s servimos sin esperar nada a cambio y nos basamos en la ecología del regalo porque nuestra moneda es el amor, el valor y la libertad total del espíritu humano.
 
En este sistema sin alma, lleno de violencia física, emocional, estructural y espiritual, somos una anomalía. Y esta anomalía se llama: AMOR.
Amor radical que muchas veces no se entiende por lo subversivo que es.
 
Aquí en la avenida 36 donde está Casa de Paz, las fronteras y etiquetas más difíciles de borrar son las que creamos en nuestras mentes y corazones. Este amor radical es una gran goma de borrar para regresar a nuestro estado natural: nosotr@s tod@s somos la Tierra misma y no necesitamos ni de pasaportes ni de visas para reclamar nuestro derecho inalienable de ¡caminar libres en la Tierra!

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *