Cuando una persona está involucrada en acciones por la defensa de los Derechos Humanos y del ambiente, que además lleva la vocería de la lucha de la organización a la que pertenece, al momento de saber que existen graves riesgos por su seguridad entonces toca plantearse la posibilidad de salir del país .
Voy a contarles en resumen lo que significa vivir una situación así:
Desde el año 2009 ya había vivido situaciones de riesgo para mi vida a raíz de que presenté una prueba a la denuncia del 2007 sobre venta de tierras del humedal Matusagaratí. Se trataba de una copia de un contrato de Cesión (venta ilegal ) de Tierras que pertenecen al Humedal-laguna Matusagaratí, la misma estaba firmada por el colombiano Javier Daza Pretelt, la señora Elizabeth Fernández y el Representante de Río Iglesias Matías Amores. En esta ocasión, un grupo de políticos, altos funcionarios y algunos colombianos, dieron orden a sicarios para que me asesinaran y desaparecieran. En esta ocasión me dieron protección elementos de Senafront por cuatro días; después salí de Darién a Panamá.
Posteriormente regresé a Darién y continué con mi trabajo periodístico y de activismo pero tuve que bajar el nivel de acción, recomendado por el abogado ambientalista que tomó mi denuncia en Panamá.
Posteriormente continué con el activismo por la defensa de la vida, por lo que recibí reiteradas amenazas de muerte en el 2015 y 2016. Esto me llevó a considerar seriamente mi salida de Panamá. Tomar una decisión de esta naturaleza es muy compleja. Una de las primeras ideas y sentimientos que se me agolpaban a la mente con frecuencia era, como si estuviera dejando a mi madre enferma de gravedad rodeada y asediada por gentes con mente de enriquecimiento a costa de su desagüe, el envenenamiento de sus aguas, muerte de millares de sus especies marinas, mamíferos, aves, etc.
A la vez me rondaba la idea de que si salía de Panamá buscando seguridad en otra parte, daría la apariencia de una actitud ” poco leal ” a la organización; como también vislumbraba que los avances que habíamos logrado durante más de 9 años podrían debilitarse. Pero la inseguridad que vivía, me conllevó a tomar la decisión más compleja.
Cuando ya tomé la decisión de salir. Tuve que empeñarme en deshacerme de las pertenencias que tenía, algunas muy apreciadas, mis cuadros de pintura, libros los compartí con personas que de seguro los enhibirán y aprovecharán, otros llevé al reciclaje. La situación no estaba para aferrarme a cosas.
Todo lo dejé excepto mis títulos, premios y reconocimientos que había obtenido como Periodista, Defensora de Derechos Humanos y del ambiente, como también me llevé pruebas valiosas : imágenes, vídeos y testimonios recabados durante años sobre la defensa del ambiente y del Humedal Matusagaratí.
Sobre mi decisión de salir de Panamá se la comuniqué a no más de 4 personas de la Organización a la que pertenezco y otra persona que estaba vinculada con la defensa de Matusagaratí.
Salí en Septiembre de 2016. No pude despedirme con un abrazo de las personas que más aprecio y quiero. Preferí que me recordaran con la imagen de siempre: serena, decidida, con coraje y aguerrida para defender la verdad.
La segunda mitad de septiembre me alejé de Panamá, atravesando el ancho océano Atlántico. Arribé a otro continente. Pisar una tierra distante, con gentes diferentes, en cultura, idioma, costumbres, otro clima, nuevos paisajes, enormes vías, infinidad de rutas de trenes, metros, buses; es como llegar a otro mundo… A ratos tenía la sensación como la de una niña perdida, zumbándome a menudo en la mente la pregunta ¿habré hecho lo correcto?
No puedo negar que fui acogida y me sentí acompañada. Enseguida debí empezar los trámites de Petición de Asilo político: compilar y presentar documentación, pruebas y testimonios del porqué salí de Panamá. Con las esperanzas e intención de pronto buscar una faena para apoyarme económicamente.
Cuando se empieza trámite de Asilo Político le retiran a una el pasaporte y le entregan una Tarjeta como identidad, la que debo ir renovándola cada periodo de tiempo.
Después de aproximadamente 8 meses al renovarme la Tarjeta me salió con un cintillo que dice que estoy autorizada para buscar faena. Entonces comienzo la tarea de renovar Hoja de Vida destacando mis conocimientos, habilidades y experiencias de acuerdo a las opciones y posibilidades que se presentaran. Intento que para los latinos profesionales se torna casi en un imposible ejercer la profesión pues debe Convalidar títulos, lo que cuesta dinero y tiempo.
Encontrar trabajo en Europa es muy difícil, ya que muchos países europeos enfrentan altos porcentajes de desempleo, grandes oleadas migratorias de países en guerra, otros que huyen de la pobreza y llegan en busca de oportunidades, la mayoría de ellos apenas encuentran trabajos informales de calle, domésticos y muchos se quedan en la calle comiendo en centros de ayuda a inmigrantes.
Antes de salir de Panamá me hice el compromiso de continuar con la defensa del Humedal-laguna Matusagaratí, utilizando información que me proporcionarían compañeros de AMEDAR, ambientalistas, colegas periodistas y quizás funcionarios amigos. Pero la realidad ha sido diferente, tal parece que la distancia afecta a algunas personas y restan importancia a los conocimientos que uno tiene sobre la realidad y la lucha que ha acompañado por más de nueve años en temas del ambiente y sobre la lucha que se ha llevado a efecto. Pero eso a mí no me ha detenido en mis convicciones.
Sin embargo acá he aprovechado importantes espacios para decir en voz alta, lo que acontece con Matusagaratí, uno de los ecosistemas de América con mayor riqueza hídrica y diversidad de vida pero que la ambición e inconsciencia de unos cuantos están desaguando y acabando con la vida de esta reserva de agua dulce de Panamá y del mundo.
He participado en Parlamentos nacionales, en Congresos políticos y culturales, Conversatorios con Defensores del Ambiente, Ferias ecológicas. Compañeros periodistas se han interesado en el tema y han difundido interesantes entrevistas en Revistas de contenido ambiental.
También me ha sido posible publicar artículos para Revistas sobre la realidad de Matusagaratí que, a pesar de que fue Declarada en el papel Área Protegida ” Refugio de Vida Silvestre ” (2017), sin embargo sigue siendo desaguada por medio de decenas de canales gigantescos desde el 2009. También más de 10 mil hectáreas de tierras desaguadas siguen en manos de colombianos que dirigen la empresa arrocera y de palma aceitera AGSE S.A., lo que significa que sólo existe la denominación de Área protegida sólo en el papel, pero en la realidad sigue desecándose y muriendo el humedal-laguna Matusagaratí.
Conseguir Asilo Político no es sencillo ante la realidad socio-política y económica que se vive en Europa, hay muchos peticionarios en espera, largo tiempo. El desempleo ocupa altos porcentajes: profesionales destacados del país están desempleados, con una banca que ha tenido que ser “auxiliada” por el Estado, con viviendas embargadas y muchas familias sin un techo. Me ha tocado ver de cerca a una Europa con gigantescos muros, construidos para detener migraciones masivas.
Esta realidad para un inmigrante peticionario de Asilo político, no es fácil y me motiva a mirar hacia el horizonte con lentes largos…porque la vida no es fácil y cada día hay que saltar obstáculos con ingenio, tenacidad y coraje. Y no se puede permitir que nos despojen de lo que somos por intereses mezquinos.
Enero, 26 – 2018