Los gobiernos de Panamá en estas últimas décadas se caracterizan por aplicar políticas económicas hacia un desarrollo extractivista de nuestros recursos naturales, sin compromisos ni respeto a territorios ancestrales ni siquiera a las Áreas que han sido declaradas protegidas por las leyes Panameñas . De tal manera que los fundamentos de este desarrollo y economía de Panamá contradice de manera flagrante compromisos contraídos en Diciembre de 2015 en la reunión de jefes de Estados durante la COP21.
Por: Ligia Arriaga Movimiento Victoriano Lorenzo
El compromiso con el medio ambiente se enfoca en el: “Respeto, defensa y protección del medio ambiente (‘Ambiente sano para todos’). Pero lo expresado por el Presidente Varela tanto en el año 2014 ante las Naciones Unidas y en el 2015 en la COP21 ha quedado todo en papel mojado. Actualmente la mayoría de Parques Nacionales, Refugios de Vida Silvestre, Reservas Forestales declaradas como áreas protegidas vienen siendo objeto de Concesiones maderables, como ocurre con el Parque Nacional Darién y dentro de él territorios boscosos de Tierras colectivas : Pijibasal, Bajo Lepe, Aruza, Uruseca, etc.
Situación similar ocurre con El Parque Nacional Barú. En nombre del “desarrollo turístico ” también está en peligro el Refugio de Vida Silvestre, Isla Cañas ( Tonosí ) uno de los Sitios más importantes de anidamiento de tortugas marinas. Otro caso: El proyecto Ley 92 de 2017 presentado por el Diputado Nelson Palma de la Comisión de Comercio y Asuntos económicos que pretende la reducción de límites del área protegida de Donoso en Colón, en donde se pretende utilizar las playas para desarrollo turístico en zona de anidamiento y reproducción de Tortugas Marinas.
El Parque Nacional Coiba considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO también está tocado por un proyecto que construirá un aeropuerto y otras infraestructuras que afectarán a este frágil ecosistema.
Y a todo lo expresado se suma Concesiones maderables en Darién de 25 Mil hectáreas de bosques en la Comarca Emberá -Wounaan desde el año 2005 a 25 años plazo; Concesiones de bosques en la Comarca Wargandi, que además viene afectando gravemente a la cuenca del río Chucunaque.
Y como si esto no bastara, la venta ilegal de tierras del humedallaguna Matusagaratí a la empresa arrocera AGSE S.A. con su desagüe a través de canales, hacen que esta importante Reserva de agua y de vida, cada día agonice, a pesar de haber sido declarado Área protegida en el 2017, en la categoría “ Refugio de Vida Silvestre ”, también escrita sólo en el papel. Así no se hace país, hay que amar nuestro suelo y nuestros símbolos, no en una cantaleta que se repite mecánicamente sino defendiendo, protegiendo y conservando nuestros recursos naturales , respetando los territorios ancestrales, considerando la consulta ciudadana antes de imponer un proyecto a costa del daño y perjuicio al ambiente y a poblaciones que han vivido toda su vida en determinado sitio.
Foto: Jonathan González Quiel Máquinas dirigiendose hacia el río Chuspa. La comunidad de Paraíso y Boquerón, han detenido las máquinas por más de un año.