EL FORO SOCIAL MUNDIAL

El Foro Social Mundial (FSM) fue sacudido por el asesinato de Marielle Franco, mujer, negra, lesbiana, defensora de derechos humanos y concejala de Rio de Janeiro que venía investigando y denunciando el asesinato y desaparecimiento de hombres y mujeres negras en las favelas de Rio de Janeiro; rechazamos de manera enérgica el silenciamiento de las voces de quienes construyen un mundo donde quepan muchos mundos y exigimos a los Estados la protección de líderes y lideresas populares así como resultados rápidos en las investigaciones para determinar los autores materiales e intelectuales de este tipo de hechos.Por: Luis Enrique Orduz. Activista de la ecología política. Coordinador de las Escuelas Socioambientales

El evento se realizó en Salvador de Bahía (Brasil), del 12 al 17 de marzo, donde se realizaron múltiples foros, mesas redondas y talleres, confluyeron elementos de análisis comunes sobre el contexto actual latinoamericano en el cual destacan el avance en la disminución de la pobreza y la pobreza extrema en los países que por más de una década contaron con gobiernos progresistas donde se logró hacer frente a la avanzada neoliberal que con su desregulación económica genera marginalidad socioeconómica, violencia,
despojo, privatización, pérdida y/o restricción de derechos para inmensas capas sociales y el favorecimiento de la acumulación de capitales para muy pocos. Sin embargo, hubo una crítica generalizada a la profundización del extractivismo en estos países lo que ha generado una degradación socioambiental no muy diferente a la generada por gobiernos neoliberales.

El eclipse del progresismo. En varios espacios se realizó una crítica incisiva a los gobiernos progresistas que, en algún sentido, se considera defraudaron las plataformas sociales que los llevaron al gobierno, en particular, por la profundización de las económicas mono productivas basadas en la explotación exacerbada de materias primas. Estos países afianzaron sus transformaciones sociales apoyadas por el ciclo de los altos precios de las materias primas, lo que les permitió tener mayores ingresos económicos para así generar una redistribución de las ganancias, luego de haber nacionalizado algunas industrias extractivas o de renegociar las condiciones en las cuales se venía realizando la explotación.

Algunos análisis se aventuraron a afirmar que los proyectos extractivos que se impulsaron en estos países en las últimas décadas sólo se pudieron llevar a cabo en el contexto del progresismo ya que estos gobiernos tenían mayor legitimidad social y que, posiblemente, los proyectos hubiesen tenido una resistencia mayor en contextos de gobiernos neoliberales que no contaban con respaldo popular. El avasallante crecimiento económico de China generó una presión sobre la demanda de las materias primas que propició la llegada de mayores flujos de capital provenientes del gigante asiático lo que provocó el endeudamiento público a favor de esta economía que, en el caso de Bolivia, llega al 25% del PIB.

El arribo de empresas chinas representauna continuidad en la pérdida de soberanía para nuestras naciones y la continuidad de un modelo dependiente, en el cual los prestamos realizados deben ser ejecutados por empresas chinas quienes traen su mano de obra. Además de Bolivia, los casos de Ecuador, Venezuela y Nicaragua son alarmantes. Se reconoció que no es posible ni deseable que los Estados terminen desarrollando y absorbiendo todas las reivindicaciones sociales ni que los liderazgos populares sean cautivadospor los gobiernos. Asimismo se reconoció que las luchas populares no terminan con el reconocimiento legal de las reivindicaciones, donde el ejemplo más palpable se observa con la declaración de la naturaleza como sujeto de derechos en las constituciones de Ecuador y Bolivia, lo que, lamentablemente, no significó una disminución en los atropellos cometidos contra esta.

Salidas y alternativas Pese a la adversidad y al surgimiento del denominado giro a la derecha que ha venido sucediendo en algunos países que venían de un ciclo progresista, como Argentina y Brasil, donde en este último se disfrazó de legalidad un golpe de estado y la posterior persecución de Dilma Rousseff y Lula da Silva para impedir su acenso presidencial pese al amplio respaldo popular con el que aun cuentan, se rescatan experiencias que nos permiten mantener viva la esperanza de construir posibilidades de vida digna para nuestrospueblos latinoamericanos. En particular, resaltan las siguientes:

– El municipalismo libertario construido y ejercido por la comunidad kurda que reivindica su existencia con
independencia y autonomía de cualquier Estado, ejerciendo formas organizativas y de toma de decisión horizontales basadas en el ejercicio de espacios asamblearios, lo que asegura la construcción y consenso de decisiones colectivas, así como el manejo de sus recursos en pro del desarrollo de la colectividad y adecuado a las características propias de sus necesidades.

– El ecofeminismo como propuesta que pasa por reconocer que los tres ejes que han llevado a la crisis sistémicapor la cual pasa la humanidad en su conjunto están son, en América Latina, en el patriarcado, el colonialismo y el capitalismo. Denuncia que se hace urgente el reconocimiento del ser humano como un sujeto interdependiete y ecodependiente en constante relación y simbiosis entre sí y con los territorios que lo rodean. Se reconoce en la movilización de las reivindicaciones de género el escenario de mayor integralidad en las propuestas de transformación hacia una mejor sociedad.

– El gobierno de los bienes comunes como el agua, las selvas, la biodiversidad, el conocimiento de las comunidades, entre otros, se alza como una de las estrategias más importantes en el proceso de autonomía de los pueblos, basada en la construcción de reglas de cuidado, reproducción y uso que provengan de los mismo interesados y que en esa medida sean interiorizadas y cumplidas reconociendo las particularidades de cada contexto local, lo que permite un uso más acorde con los tiempos de regeneración de la naturaleza y reconoce el conocimiento que las comunidades tienen sobre el territorio que habitan y transforman.

– El buen vivir como cambio paradigmático de la civilización moderna que comprende la interrelación del ser
humano con la naturaleza en una reconfiguración del ser genérico libre y en relación directa con el medio que lo rodea, reconociendo y respetando los tiempos de resiliencia de la naturaleza, disminuyendo las necesidades creadas por el modelo capitalista y con ello el consumo de bienes y servicios que la lógica de acumulación ha impuesto en nuestra cultura.

Quizá una de las conclusiones que se pueda extraer del encuentro es que los movimientos sociales deben continuar presionando el cumplimiento y la profundización de sus agendas y reivindicaciones. Los gobiernos progresistas deben reconocer y transformar los errores y las criticas saliendo de la dinámica extractivista que tanto daño le hace a la naturaleza y con ello al ser humano y que termina profundizando la crisis socioambiental por la cual atravesamos. Se reconoce que las posibilidades de transformación hacia la construcción y consolidación de nuevos paradigmas civilizatorios solo podría ser realizada en el marco de gobiernos que aseguren derechos y libertades para los pueblos y que comprendan que son dimensiones independientesla administración de los Estados y la dinámica sociopolítica de los pueblos.

Se reconoce que esas transformaciones se tejen y construyen en los territorios y que son impulsadas por los pueblos que los habitan, en donde los Estados solamente las reconocen, propician e impulsan, y que la autonomía de dichas dinámicas es fundamental para su consolidación y materialización en el horizonte de construir un mundo donde quepan muchos mundos.

Foto: Anna Jean Kaiser

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