Giovanna Tafilo: “En Wallmapu, siempre hemos tenido mucha represión”

Por Pablo Ruiz*

Conversamos desde Somos Abya Yala, vía telefónica, con Giovanna Tafilo, ex vocera del machi Celestino Cordova, sobre el escenario  que se vive actualmente en Chile. En esta entrevista, nos cuenta que sigue la militarización y represión contra las comunidades mapuche,  mientras continúa la lucha de nuestros pueblos por sus derechos ancestrales.

– A un año del estallido social, del 18 de octubre de 2019, ¿Qué evaluación haces tú? ¿Ha cesado la represión? ¿Se han resuelto los problemas?

En realidad es bastante complejo el tema, porque nosotros acá, en Wallmapu, siempre hemos tenido mucha represión. Previo al estallido social, cuando asesinan a Camilo Catrillanca, aquí no ha habido ningún cambio sustancial respecto a la militarización del territorio. Entonces, desde el estallido social, del 18 de octubre, en adelante, no ha habido mayor cambio, o sea, incluso se ha ido acentuando la represión con las leyes que se han ido aprobando. Se supone que el Congreso y los diputados y los senadores trabajan a favor del pueblo, pero, en este momento, no están trabajando a favor del pueblo, están trabajando por la pega, llenándose los bolsillos con plata. Entonces es difícil decir y pensar que se ha resuelto algo. No se ha resuelto nada, es más, yo creo que al pueblo se le traicionó cuando se hace ese famoso “Acuerdo de Paz”, “entre cuatro paredes”, “entre gallos y medianoche”, a las tres de la mañana, para preguntarle a la gente si quería cambiar la Constitución política, o sea, perdón…

– ¿La zona mapuche actualmente sigue militarizada?

Absolutamente militarizada. El pueblo mapuche jamás ha dejado de estar militarizado. Acá sigue la militarización, hoy día mismo estaban desalojando una comunidad mapuche en la zona de Renaico. O sea, hoy día tenemos mapuches que están en resistencia, que han hecho ocupación de predios, recuperación de predios y están siendo desalojados constantemente. Te puedo hablar de la semana pasada, de gente en Valdivia, en distintos lugares, donde hay mapuches que tienen recuperación de tierra, en este momento están siendo desalojados. Entonces la militarización se mantiene, en todo momento. 

– ¿Los mapuches se oponen a las forestales, megaproyectos? ¿afectan su vidas estas empresas?

Absolutamente.  Imagínate, en nuestro territorio, que se supone tiene mucha agua, la cantidad de pinos y eucaliptos que hay en el territorio es tan alta que está secando las napas subterráneas. Hoy en día no hay agua. Hay muchas comunidades que en invierno y en verano a las que les llevan agua en camiones aljibe, porque no hay agua. 

El hecho de que intervengan los ríos, de que desvíen las aguas subterráneas, que desvíen las aguas del río, para llevarlas a las plantaciones de monocultivo, genera que los ríos se estén secando. Afecta que nos quieran meter las mineras por debajo de la tierra, porque nos van a destruir el ecosistema. Ya nos están destruyendo el ecosistema con tanta plantación de monocultivo. Son 40 años que lleva la plantación de monocultivo. Por lo tanto, lo que estamos sufriendo nosotros hoy es la consecuencia de la gran sequía que viene desde el norte y el día de mañana va a ser mucho peor.

Los espíritus ancestrales, cuando las machi han entrado en trance, nos han dicho: “se van a secar los ríos y la lucha hoy día va a ser por el agua”. Por eso, nos oponemos a las forestales, a las empresas, al latifundio capitalista, que lo único que está haciendo es generar pan para hoy pero hambre para mañana. 

– La prisión política de los comuneros mapuche, ¿responde a la lucha que me estás mencionando por su tierra, por su hábitat?

Responde absolutamente a la prisión política. Imagínate que el hecho de que ser alguien destacado en la defensa del medioambiente te puede llevar incluso hasta la muerte, como fue con Macarena Valdés, la mataron por estar en contra de la construcción de la hidroeléctrica. El machi Celestino, que defendía su territorio, hoy día está preso, condenado a más de 18 años. Tenemos a un lamien Penchulef, en la cárcel de Angol, que lo único que hizo fue bajar un dron de una empresa que estaba sobre el territorio mapuche, lo bajó con una piedra y el dron cayó al piso y hoy está preso por haber tirado un dron que estaba en el espacio aéreo nuestro. Entonces, se tiene que empezar a respetar el convenio 169, que protege los derechos de los pueblos indígenas y es lo que aquí no se está haciendo. Se firmó un convenio, pero en definitiva no se respeta. El lamien apeló al Convenio 169 diciendo: “bueno, es mi territorio, yo mi territorio lo tengo que defender”. 

El pueblo mapuche se llama mapuche porque mapu=tierra, che=gente. Somos la gente de la tierra y nosotros, como hijos de la tierra, tenemos un mandato que es defender la tierra, defenderla de la destrucción que está generando la persona que no es mapuche. Por eso la gente está cayendo presa.

– ¿Qué piensas del  triunfo del “apruebo” para una nueva Constitución?

En realidad, para qué te voy a decir una cosa por otra, yo “no estoy ni ahí”. Perdón, pero de verdad que me huele a lo que pasó  el  año 88, el plebiscito del “sí” y del “no”, de “la alegría ya viene”, y la alegría nunca llegó.  Yo soy de esa gente, de esos dirigentes antiguos, que en ese tiempo pensábamos eso y que estos 30 años (de “democracia”) nos dieron la razón. Nunca llegó la alegría. La gente lo único que vio fue depresión absoluta, se sumió en el individualismo y dejó de tener comunidad. En 30 años, la gente recién logró volver a despertar después de haber estado en letargo y eso lo generó ese plebiscito  del año 88. Hoy me da la sensación que puede pasar exactamente lo mismo. 

Lo único que yo espero, es que los jóvenes que se atrevieron a saltar los torniquetes y que se atrevieron a rebelarse ante el sistema sigan luchando, porque va a ser la única forma en que no nos vuelvan a joder como pueblo.

Se está hablando de 15 cupos, de escaños reservados para los pueblos originarios, cuando somos nueve pueblos en este país reconocidos, nueve pueblos. O sea, con suerte, cada pueblo va a tener unos 1,5 escaños reservados, cuando la cantidad de gente originaria en Chile es mucha. Entonces tú dices: ¿perdón?  Sólo en la medida en que Chile logre aplicar los convenios internacionales, los cuales ha suscrito, va a ser la única forma de decir: “reconocemos a los pueblos originarios como parte de este país”.

– ¿Qué mensaje enviarías a todos los pueblos indígenas, a todos los pueblos en lucha?

Yo creo que el mayor mensaje hoy día es recuperar la espiritualidad. En el mundo mapuche, nosotros  hablamos del feyentún. Nos hablaban las machi, nos decían no hay feyentún. Los espíritus ancestrales hoy día están diciendo que no hay feyentún y si no hay feyentún, si no hay espiritualidad, nos vamos a ir todos, se va destruir esta tierra y vamos a morir todos con ella. Entonces nosotros debemos acercarnos al feyentún de cada pueblo, la fe que le pones a lo que haces, es lo que nos va a llevar a ganar esta guerra, porque esta guerra se plantea desde el mundo espiritual muy fuerte y se transforma en una guerra física. 

Nosotros perdimos hace 500 años, más de 500 años atrás. Hoy día estamos en un proceso de recuperación histórica de lo que nosotros somos, porque en la medida que recuperamos el feyentún, recuperamos el idioma, recuperamos el territorio ancestral y nos ponemos en manos de los que de verdad nos van a ayudar, que son los espíritus ancestrales. Antiguamente, cuando los mapuche se ponían a hacer rogativas y pedían que lloviera, llovía, era porque había feyentún

Hoy día nos falta que nosotros nos  juntemos como pueblos originarios, entre todos, y hagamos llover. Eso lo genera solamente la unidad y la creencia. Ese es el llamado: a creer, pero creer de verdad.

* Pablo Ruiz de SOAWatch/Somos Abya Yala

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