Vivir en Centroamérica tiene sus matices diferenciados en toda Abya Yala. Nuestra cercanía a los Estados Unidos permite que en gran parte de la región nos tengan intervenidos y estemos como países que no tienen soberanía ni independencia. Desde hace más de 60 años, el despojo colonial extractivita es permanente y ha generado brechas de pobreza y desigualdad brutales en toda la región, siendo uno de los primero lugares en pobreza extrema, violencia y desigualdad, a nivel mundial y latinoamericano.
El caso de Guatemala es sin duda para la historia del continente paradigmático, pues fue la primera intervención violenta y descarada por parte de la CIA. Después se sucedieron dictaduras, genocidio y despojo extractivista. Esa es la historia reciente de Guatemala, acá más del 80% de población vive en pobreza extrema, es el país donde las niñas son madres y donde hace unos días murieron más de 5 niños de hambre. Muchas de las realidades actuales tienen todo que ver con el pensamiento y relacionamiento colonial en el que actualmente vivimos. Siempre hemos dicho que Guatemala no es un país, es una finca y funciona como tal. Guatemala no vive una democracia, ni pensarlo.
Esta realidad duele, se sienten las venas abiertas que nos lastiman como población común de estos territorios. La pandemia mundial del COVID19, sin duda, generó el ambiente perfecto para aflorar el autoritarismo y la dominación de los cuerpos, por medio de toques de queda y encierro impuesto, supuestamente para “prevenir y combatir el virus”. Los estados nación y los gobiernos son expertos en la doctrina de shock, decretan miedo y silencio, rumor y descomposición social.
Se efectúan robos millonarios en medio de las crisis por el encierro y un paro económico clasista, construido desde los privilegios de clase de las élites criollas, oligárquicas y hegemónicas. Una sociedad hambrienta, con miedo, empobrecida fue el escenario perfecto para la desmovilización social en Iximulew. Y como si no fuera poco, hace unos días, en toda la región centroamericana, especialmente Nicaragua, Guatemala y Honduras, termina la temporada de huracanes con más de 30 ciclones en los dos océanos, agudizando de tal forma la crisis alimentaria, recrudeciendo la miseria y pobreza que hace de la región una de las más desiguales en el mundo.
No ha existido ninguna política en beneficio de las grandes mayorías ni una sola acción para apoyar a la población desde los gobiernos, sólo saqueo y robo. La élite empresarial comenzó a decir que esta es la coyuntura perfecta para privatizar las carreteras. Es la ignominia en la que nos toca vivir.
Matarnos de hambre desde hace más de 500 años es una forma de perpetuar la desmovilización, la desarticulación y, a pesar de su miseria impuesta, luchamos. En medio de la desesperanza, renacemos, crecemos, existimos y luchamos día a día por cambiar su mierda impuesta.
Desde abajo, desde la creatividad, desde el arte luchamos, comunicamos y soñamos por romper un día las cadenas impuestas por las élites racistas.
Foto de Cercano: “hoy (22 de noviembre) la @PNCdeGuatemala reprimió, arrestó, golpeó a manifestantes pacíficos que exigían a los diputados y a @DrGiammattei que renuncien por corruptos. La PNC no respeto protocolos de derechos humanos y desde las 2pm hasta las 7pm nos lanzaron bombas a periodistas y gente…”
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