El día de hoy 29 de marzo se lanza una jornada internacional de solidaridad con el pueblo de Haití, que desde que empezó el año y antes que terminara, se encuentra en constante movilización por la cruda realidad de deshumanización que están viviendo, producto de la situación social y económica agenciada por las políticas neoliberales que hoy se agudizan con el actual gobierno que perdió toda legitimidad de su pueblo, y se mantiene gracias a que es un agente de la política intervencionista Yanqui, con la complacencia de la unión Europea.
Después de 217 años que el pueblo Haitiano consiguiera su libertad, después de una revolución que duro 13 años siendo la primera nación de esclavizados africanos que logra esa gesta, y producto de ella coloco en práctica el principio de solidaridad democrática entre los pueblos al ayudar al ejército patriótico de Simón Bolívar, para que alcanzara la independencia de la corona española, y con ello la libertad de las nacientes cinco naciones del área andina lo que fue la gran Colombia: Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú y Panamá. Esa gesta parece ser la condena que hoy está viviendo el pueblo haitiano más de dos siglos después.
El día de hoy 29 de marzo se lanza una jornada internacional de solidaridad con el pueblo de Haití, que desde que empezó el año y antes que terminara, se encuentra en constante movilización por la cruda realidad de deshumanización que están viviendo, producto de la situación social y económica agenciada por las políticas neoliberales que hoy se agudizan con el actual gobierno que perdió toda legitimidad de su pueblo, y se mantiene gracias a que es un agente de la política intervencionista Yanqui, con la complacencia de la unión Europea. La situación de Haití es insostenible; su pueblo se cansó de tanta necesidad en servicios básicos, de la falta de medidas para problemas básicos de salud como el cólera que se agravada con la pandemia del Covid-19, por falta de empleo, de alimentos, de servicios públicos y otras necesidades que tienen como seres humanos, condenando a sus habitantes y futuras generaciones a la miseria si las cosas continúan como van, en Haití nos aproximamos a una deshumanización de la Humanidad.
La crisis de Haití tiene unos antecedentes de larga duración que inicia con los bloqueos de Estados Unidos, cuando esta naciente república no fue invitada al congreso anfictionico de panamá 1826, de allí en adelante hasta nuestros días ha sido aislada. Lo segundo es que se promovieron divisiones y guerras internas, más adelante después se instauro una dictadura antidemocrática de la dinástica de los Duvalier, que termina con la autocracia militarista y criminal de Jean-Claude Duvalier, todo ello de la mano con las sanciones impuestas por Francia, que a diario se costeaba con el trabajo del pueblo Haitiano, y por último la implementación de políticas neoliberales donde la imposición de monocultivo de caña para biocombustible desangro las tierras de la isla, dejándola sin capacidad de producir alimentos para su pueblo.
Entrada la era del dos mil, el pueblo haitiano comienza a ver una luz de esperanza con la nueva llegada al gobierno del presidente clérigo Jean-Bertrand Aristide, primer presidente elegido democráticamente en 1991 y que sufrió golpe de estado, regresando al poder en 1993 y finalizando después de grandes revueltas. En 2001 Aristide regresa a la presidencia, con una nueva apuesta política de trasformaciones democráticas de fondo que trataron de mejorar las condiciones de vida del pueblo haitiano. De otro lado, Aristide le solicito a Francia una reparación por el pago de una deuda que el país europeo le había impuesto por Haití haber conseguido su libertad, nacionalizando para el pueblo sus empresas en 1804, a raíz de ello Haití le pago a Francia una deuda de más de 90 millones de francos Oro. por todo lo anterior a Aristide fue víctima de una conspiración internacional, que también justificaban por empezar a tener relaciones con gobiernos democráticos como el de Hugo Chavez en Venezuela y el de Fidel Castro en Cuba; el giro del gobierno de Haití con políticas sociales en favor del pueblo era una esperanza similar a la de 200 años atrás. El accionar de este presidente no fue bien visto por una clase clientelista, golpista, que históricamente había vivido de las mieles del poder oprimiendo a su pueblo y tampoco por las grandes potencias que aplicaron políticas ejemplarizantes, para que nadie mire el ejemplo de Haití por su gesta libertaria, en ese orden se organizó una conspiración internacional que terminó con la salida del gobierno de Aristide.
Sacado Aristide del poder, Francia no pagaría la justa deuda con su pueblo, Estados Unidos continuaría con sus políticas neoliberales, finalizaría el relacionamiento internacional con gobiernos democráticos, y con ello se apagaría la esperanza del pueblo de conseguir un bienestar. Frente a ello el pueblo no estaba dispuesto a perder su esperanza y por ello decidió salir a las calles y para controlarlo, los países imperialistas crearon un cuerpo “de paz” llamado fuerza multinacional provincial, lo que meses después se convirtió en la MINISTAH (misión de estabilización de las Naciones Unidas en Haití), conformada incluso por países democráticos de la región como Brasil, Argentina y Chile; los resultado de esa misión están representados en la opresión a las libertades del pueblo Haitiano, en las enfermedades que llevaron, en miles de casos de violación que han sido denunciados.
Para colmo de males Haití es sacudida por un terremoto de 7 ,0 Mw, el 12 de enero de 2010, que dejo más de 150 mil muertos, siendo esta la nueva razón para nuevas invasiones militares con la excusa de reconstruir el país, en ese orden, Estados Unidos mantienen presencia de una gran fuerza militar en el país. Después de toda esa tormenta natural y política llega a la presidencia Jovenel Moise, en 2017, desde ese momento se legalizan las políticas neoliberales a través de un proceso electoral que hace que este presidente sea bendecido por los gobiernos imperialistas.
A partir de 2018 se comienzan a generar manifestaciones en Haití, y desde el presente año se convirtió la isla caribeña en el principal foco de manifestaciones sociales en el mundo a raíz de la descomposición social que vive el país, que esta convertido en la nación más pobre de América y de las primeras en el mundo, son manifestaciones de miles de miles de personas que a diario salen a las calle a protestar por la situación social que viven, muriéndose de hambre, sin servicio de salud, falta de empleo, una delincuencia sin precedentes y una corrupción generalizada; ante esa realidad el pueblo haitiano esta en rebeldía y los medios de comunicación así como la gran mayoría de gobierno de democráticos se quedan callados, es en ese contexto que hoy 29 de marzo diferentes fuerzas sociales y políticas del mundo llaman a una jornada de solidaridad con el pueblo de Haití, por la justicia y la soberanía en Haití ¡ABAJO LA DICTADURA¡ ¡BASTA YA DE INJERENCIA IMPERIAL!.
Desde el Palenque un cimarrón todavía