El pequeño niño indígena llamado Iaku vivía con sus padres en una vereda, una tarde, el niño salió a explorar la selva, iba caminando cantando y observando los animales, escuchando el ruido de las cigarras, el viento, y tomando el aroma de las plantas. De pronto hoyo un ruido muy fuerte, Iaku se asustó, se encontró con una pandilla de micos, que gritaban “ayúdanos, ayúdanos”, el niño miro que los micos habían caído en una red gigante puesta accidentalmente por extraños. Iaku busco en su mochila un cuchillo y con mucho esfuerzo logro cortar la red, los micos quedaron libres y a salvo. La pandilla de micos le dio las gracias diciendo: “niño si algún día tienes problemas nosotros te ayudaremos como tú nos ayudaste a nosotros”.
Iaku siguió su camino, se entretuvo mirando la fila de hormigas que trabajaban muy juiciosas llevando hojitas, luego corrió con las libélulas hasta llegar al rio, quería nadar en su rio pero vio algo raro, el agua nunca había estado tan sucia, siguió caminando y saltando de piedra en piedra, observando que había pasado con el agua del rio, y encontró mucha basura en la orilla, de pronto vio que había unos pescadores extraños botando desechos y plásticos, el niño muy enojado porque su rio estaba sucio y amaba a la naturaleza, les dijo “señores ustedes no deben botar basura al rio ni a la selva, porque los animales y las plantas se enferman” los pescadores muy avergonzados le dijeron al niño “prometemos no volver a botar basura al rio ni a la selva”.
Iaku siguió caminando y observando los arboles gigantes que formaban figuras raras con el fondo azul del cielo, de pronto hoyo un aleteo extraño y busco entre los árboles, era una guacamaya que tenía su ala izquierda atorada en unas ramas, la guacamaya colorida se asustó al ver al niño, él se acercó e intento arrancar las ramas, el pájaro se tranquilizó y así pudo retirar su ala un poco lastimada. Entonces la guacamaya le agradeció y le dijo “algún día estaré dispuesta a ayudarte pequeño humano kaakg kaaakg” y se fue volando.
Iaku estaba a punto de regresar a su casa cuando escucho un ruido y vio unos movimientos, se asustó mucho, vio una pantera, sus padres le habían avisado que tuviera cuidado que no se aleje de la casa, porque vivía un animal muy bravo y para saciar su hambre se comía a los demás seres vivos del bosque. La pantera vio a Iaku, tomo impulso para saltar sobre el niño y zaz brinco, el niño alcanzo a correr, corrió y corrió sin rumbo entre los árboles, se enredó y cayó muy cansado, la pantera le mando un zarpazo, en ese momento se escuchó un grito, el niño sintió su final, Iaku en su desespero vio que la pantera se quedó quieta y de pronto miro que entre los arboles habían muchos ojos, estaban los micos listos para atacar a la pantera, ella retrocedió asustada y se fue a paso largo entre el bosque.
Los micos se acercaron y desde los arboles lo observaron y le dijeron, “niño tu nos ayudaste cuando estábamos atrapados, ahora devolvemos tu favor, te defendimos de la pantera, estaremos para cuidarnos entre todos y sobrevivir de los malos”.
Iaku había corrido mucho huyendo de la pantera y se dio cuenta que estaba perdido en el bosque, dio vueltas y vueltas, ya estaba anocheciendo y tenía mucho susto de quedarse solo en la noche y sin poder regresar a su casa, se sentó y quería llorar cuando vio que estaba un pájaro de colores en una rama cercana, era la guacamaya, el niño le hablo diciendo “estoy perdido no sé cómo volver a mi casa”, entonces el pájaro voló y voló muy alto intentado ver donde estaba la vereda, la guacamaya guio al niño hasta llegar cerca a la casa, y le dijo “por ayudarme con mi ala atorada también te ayude, akgg akgg estaremos en el bosque para cuidarnos”.
Así el niño pudo volver a su casa luego de vivir otro día mas de aventuras en el bosque, llego a la casa, sus padres estaban muy preocupados por el niño, ya que Iaku nunca se demoraba tanto de sus caminatas en el bosque. Sus padres lo reprendieron y le dijeron a Iaku que no se volviera alejar demasiado de su casa, para no volver a correr peligro. El niño indígena siempre recuerda ese día de aventuras y de aprendizajes en el bosque con los animales que le ayudaron.
FIN.