A 1 año de finalizar el Gobierno Petro siguen los incumplimientos y desafíos con la Agenda de Paz que dejó el Acuerdo de 2016. Una propuesta para el Cambio.

Por: Jorge Andrés Forero- González

Convergen las miradas de expert@s, académic@s y polític@s que sin el Acuerdo de Paz de 2016 el Gobierno de Petro y Francia no hubiera sido posible. Claro también su falta de implementación declarada por la administración Santos (más allá de la importancia de la firma y de algunos desarrollos institucionales) y de Duque con su promesa de hacerlo trizas, que profundizó el estallido social. Con estos antecedentes en 2022 se dejó claro que una vez más Colombia votó por una esperanza de Paz.



En los discursos de la campaña ganadora, la paz estaba en el centro y se relacionaba con la justicia social, y ambiental, la equidad, la educación y el acceso a oportunidades para tod@s. Esa agenda de cumplimiento de la Constitución Política de 1991 y ratificada por el Acuerdo de Paz de 2016 emocionó al país con la propuesta del Gobierno del Cambio.

Y claro hay múltiples avances dada la voluntad política manifiesta de cumplir el Acuerdo, sin embargo no ha sido suficiente. En febrero de 2024 presenté al Sector Paz de la Presidencia de la República el siguiente documento: Desafíos desde la Reforma Rural Integral para cumplir la agenda pendiente con las Víctimas del País.

Hoy ante el panorama de incertidumbre que el mismo Presidente ha anunciado de la incapacidad de cumplir con lo pactado, aún siendo un Acuerdo Unilateral de Estado entregado ante escenarios multilaterales que deriva, por ejemplo en el acompañamiento del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para su cumplimiento, me permito reproducir algunos apartados, y actualizarlos de cara a ratificar la urgencia de profundizar la Esperanza de Paz y cumplir con lo Acordado en 2016.

1. La articulación Interinstitucional es nula en los territorios de la Colombia Profunda por lo que urgen Juntanzas Territoriales para la Paz Total

Ante el débil cumplimiento con la implementación del Acuerdo de Paz en las regiones y las demandas por reparar a las víctimas, una premisa que está en el corazón del Plan de Desarrollo, hoy día se exige que con el liderazgo del Sector Paz de Presidencia (que más bien fue diezmado y no se articuló con Ministerio del Interior o Vicepresidencia al que se le dieron mandatos para la implementación) citen de manera obligatoria de forma mensual (o bimensual) las más de 50 entidades, en cabeza de los Ministerios y Dependencias responsables de la Implementación del Acuerdo de Paz para que desde sus competencias resuelvan los cuellos de botella y necesidades de las comunidades, las víctimas y los pueblos étnicos, mujeres y diversidades de esa Colombia Profunda tan golpeada por la guerra.

Estás sesiones (que apenas entiendo vienen haciéndose para algunos temas del Acuerdo) deberán superar reunirse a dar cifras de gestión que la gente no siente y salir de la capital del Departamento, pudiendo llegar con el Estado Colombiano a los territorios más afectados por el conflicto, cumplir lo pactado en 2016 y avanzar en la Paz Total, como política orientadora del Gobierno del Cambio. La agenda pendiente que cruza los instrumentos de la Reforma Rural Integral son claves para la agenda con las Víctimas de Colombia.

2. Salir de Bogotá y la mirada centralista de La Paz.

El trabajo de coordinación e impulso a la Implementación del Acuerdo de Paz, no se puede hacer de forma “satélite” desde Bogotá, y un problema grave a nivel territorial es que con contadas excepciones, no existen referentes directos de los Ministerios y entidades del orden nacional que puedan dinamizar el Acuerdo de Paz y eso ha generado falta de empatía directa con la agenda de paz del gobierno nacional.

Tras cerca de 9 años de la firma, el rezago de la Implementación del Acuerdo de Paz en el país es evidente y ha minado la confianza de la población y generado desesperanza. Con la propuesta que en su momento presenté de “Juntanzas Territoriales para la Paz Total”, se estaría explorando activar en las dimensiones que lo requiere y con la participación activa de las Víctimas el Consejo Departamental de Paz y llamar a la población a rodear los nuevos diálogos viendo resultados de la implementación del Acuerdo de Paz y cumpliendo como es mandato popular. En estas Juntanzas se firman acuerdos con las comunidades y en la siguiente se hace seguimiento a su cumplimiento.

3. El problema de la Reforma Rural Integral y de cumplir la agenda con las Víctimas: presupuesto exclusivo para la implementación de Acuerdo de Paz.

Advertimos que ante la falta de recursos exclusivos y específicos para la Implementación del Acuerdo de Paz, las inversiones del Estado han sido precarias y en materia del cumplimiento de disposiciones como las de la Reforma Rural Integral o del Capítulo Étnico y enfoque transversal de mujeres, los avances han sido casi nulos. Es urgente una asignación de recursos exclusivos para la implementación del Acuerdo de Paz a nivel territorial y una adecuación institucional de las entidades del orden nacional, que actué bajo el estado de emergencia y urgencia que necesita la implementación del Acuerdo de Paz de 2016, para avanzar en la Paz Total.

Desde mi rol como Coordinador de la Reforma Rural Integral (Abril 2023-Abril 2024) de la Unidad de Implementación del Acuerdo de Paz de Presidencia de la República, manifesté reiteradamente esta situación y la necesidad de una ordenanza presidencial y/o, un préstamo internacional u otras medidas que en conjunto con el Ministerio de Hacienda pueda resolver esta situación de fondo y avanzar en la agenda de Paz para el País.

Acá la premisa es que si se puede financiar un Metro de la Capital del país en varias décadas ¿por qué no la paz para todo el país? Esta situación como la advirtió el presidente atraviesa también temas como el de la reparación integral a los 10 millones de víctimas del Conflicto Armado Interno y la incapacidad de cumplirle a su reparación efectiva, incluida la reparación económica.

Siguiendo el dialogo sobre la “simulación de la implementación” y una estructura para la paz débil, que dejaron de legado los gobiernos Duque y Santos respectivamente, no se le puede cargar como lo hizo el Plan Marco de Implementación, el mayor porcentaje de la implementación del Acuerdo de Paz a los entes territoriales, ni reportar en el SIIPO del DNP; el funcionamiento histórico de las entidades nacionales o territoriales como cumplimiento del Acuerdo de Paz. Tampoco ante la urgencia de la Paz Total, podemos desde los Ministerios encargados de los Planes Nacionales de la Reforma Rural Integral, corazón de la Reforma Rural Integral, que le respondan a los Pueblos Colombianos y sus demandas y que no pueden hacer una priorización específica de recursos para la paz o las víctimas o que, ante la ausencia de recursos exclusivos para la paz, reporten como cumplimiento su histórica oferta institucional.

El Estado Neoliberal no permite la acción que necesita la reparación integral a las víctimas y la Paz Total. En el entretanto de cara al diálogo con los mandatarios locales hay una voluntad de incorporar los lineamientos del PND en los Planes de Desarrollo Departamental y Municipal, incluyendo la Reforma Rural Integral, el punto más robusto del Acuerdo de Paz y base para el cumplimiento con las víctimas de Colombia. Sin embargo esta promesa del Plan de Desarrollo como pilar de Paz Total y Territorial avanzó lento.

4. Razones para la esperanza

Claro hay razones para la esperanza, siempre las hay y no hay mejor momento para la paz de Colombia que la agenda que siguió en 2016, y no se puede desconocer los avances nunca vistos con este Gobierno en materia de Reforma Agraria con más de 500 mil hectáreas (de 3 millones del Acuerdo) entregadas de manera gratuita al campesinado del país y en las más de 1,4 millón de hectáreas formalizadas (de 7 millones del Acuerdo).

Asimismo cómo no había pasado en décadas, quizás desde Gaitán, hay que resaltar la reconstrucción simbólica de la importancia de los Pueblos Indígenas, Afrocolombianos y del Campesinado y su positivo legado en la historia política, cultural y económica del país.

Para La Paz ni un Paso Atrás! No hay duda! Y la Reforma Agraria y la Reforma Rural Integral como pilar de lo pactado en 2016 y que refuerza la Constitución Política de 1991, como agenda para la protección de derechos de la humanidad y de la naturaleza deberá seguir alumbrando los caminos de construcción de paz y no violencia desde Colombia para el mundo.

Finalmente, sabiendo que queda 1 año de su administración señor Presidente Gustavo Petro a diferencia de Santos y Duque, dejéle recursos exclusivos a la implementación del Acuerdo de Paz y entretanto pongamos a andar las Juntanzas Territoriales para la Paz Total y saquemos el estado de la burocrática Bogotá a la Colombia Profunda.