#Boletín27 Colombia: El agua como lujo y el peso de la pobreza en el campo.

En muchas zonas rurales de Colombia, el acceso al agua potable sigue siendo un privilegio. Mientras en las ciudades abrir el grifo es algo cotidiano, en comunidades apartadas, millones de personas deben recorrer largas distancias o depender de fuentes inseguras. Esta desigualdad no es solo una cuestión de infraestructura, sino una profunda injusticia social y económica.

Por: Tierra Grata*



El peso de la pobreza.

Colombia ha avanzado en la expansión de servicios básicos, pero en el campo la brecha persiste. Más del 40% de la población rural carece de acceso a agua potable, reflejando la exclusión histórica en inversión de infraestructura. En las
ciudades, los recursos mejoran la calidad de vida, mientras que, en las zonas
rurales, especialmente las más aisladas, la falta de agua perpetúa la pobreza.
Las comunidades indígenas y afrodescendientes son las más afectadas.

Según el censo de 2018, el 4,4% de la población es indígena y el 9,34% afrodescendiente, grupos que históricamente han sido marginados. En regiones como La Guajira, donde habita la comunidad Wayuu, la crisis hídrica
es alarmante: el 88% de los niños padecen desnutrición crónica, consecuencia directa de la falta de agua segura. Sin acceso a este recurso esencial, estas comunidades ven limitadas sus oportunidades de desarrollo económico y social.

El impacto en la salud

La falta de agua potable tiene graves consecuencias para la salud. En muchas
zonas rurales, las fuentes de agua están contaminadas con residuos
industriales, pesticidas y metales pesados como el mercurio. Las
enfermedades transmitidas por el agua, como diarreas e infecciones
gastrointestinales, son una de las principales causas de mortalidad infantil.

UNICEF estima que más de 1.800 niños menores de cinco años mueren cada
año en Colombia debido a enfermedades diarreicas relacionadas con la falta
de agua potable y saneamiento.
El Ministerio de Salud y la OPS reportan más de 30.000 casos anuales de
enfermedades infecciosas vinculadas al consumo de agua contaminada.
Además, el Estado invierte cerca de 1,5 billones de pesos anuales en el
tratamiento de estas afecciones, evidenciando el alto costo de la falta de
acceso a agua limpia. Sin servicios de salud adecuados, las familias rurales
quedan atrapadas en un ciclo de enfermedad y pobreza.

La esperanza a través de la innovación social.

A pesar de este panorama, iniciativas como “Tierra Grata” demuestran que es
posible transformar esta realidad. Este emprendimiento social ofrece
soluciones sostenibles de agua, energía y saneamiento en comunidades
rurales mediante la instalación de sistemas de purificación accesibles y de bajo
costo

El modelo se basa en el empoderamiento comunitario, permitiendo que las
propias comunidades gestionen sus recursos hídricos. En un país con tanta
riqueza hídrica como Colombia, es inaceptable que el agua siga siendo un lujo para tantos. Con voluntad y soluciones innovadoras, es posible cerrar esta brecha y garantizar el acceso a agua potable para quienes más lo necesitan.

Fotos: Tierra Grata

*Sobre nosotros: En Tierra Grata Desarrollamos soluciones de energía limpia, agua potable y saneamiento seguro, co-creadas con comunidades sin acceso a servicios básicos, caracterizadas por su bajo costo, sostenibilidad y fácil instalación.